Reseña y entrevista: Pilar Alberdi
El libro de los viajes equivocados de
Clara Obligado se compone de once cuentos que hablan del exilio y del desarraigo, desde diferentes perspectivas y personajes, varios de los cuales, reaparecen en varios cuentos y en distintas circunstancias. Esta característica es la que al final nos permite sentir que hemos hecho un largo viaje por la vida, y que no hemos transitado sólo por cuentos, sino por capítulos de una novela, porque en el fondo esta es la historia de Lyuba, pero también de otros personajes como el joven con el cuerpo tatuado o la pareja que después de vivir una aventura amorosa en EE. UU., la volvemos a ver en territorio europeo.
Es un libro que habla de la inmigración, de los primeros «diez años que se pierden en conseguir lo mínimo» para sobrevivir, para volver a ser persona con todos los derechos.
Es también una obra que nos recuerda que detrás de las migraciones suele haber conflictos sociales, dictaduras y guerras; complicidades y silencios, olvido y tristeza; deseos de reparación.
La Primera y la Segunda Guerra mundiales dieron oleadas de sobrevivientes a América. Los vemos en estas historias, a su llegada a Buenos Aires o a Nueva York. Los sentimos resurgiendo a la vida, complicándosela, o incluso repitiendo los mismos hechos violentos que sus antecesores o regresando con posterioridad al lugar del origen de sus familias y sorprendiéndose, porque… «Donde el tiempo había sembrado pobreza y la guerra destrucción, hay ahora villas hermosas, campos de vides y hoteles».
No es ajena a estas historias las de las personas que se han negado a ver la persecución y los trenes que llegaban cargados de gente a los Campos de Concentración y exterminio nazi en tierras de Polonia. Pero lo curioso es que esto pasó ayer, y sólo personas como Clara o como otros que hemos vivido dictaduras sabemos qué rápido puede instalarse el silencio, cómo lo visible se torna invisible de repente, cómo aparece la delación, la humillación y la maquinaria de la muerte hace su trabajo. Desde luego, ni siquiera hay que irse tan lejos en el tiempo, ahí está la Europa del este, más allá el oriente medio y las excusas que dan origen a conflictos y guerras tras los cuales se esconde el deseo de poder.
Componen este libro, los cuentos: El azar; Las dos hermanas; Monedas de oro; Frío; Madison, los puentes; El silencio; Así que esto era el amor; Agujeros negros; La escritura; Albania y La espiral Admirable.
Como prefacio las palabras de Rainer María Rilke: «Vivo mi vida en círculos concéntricos sobre las cosas extendidas (…). El último quizá llenar no pueda. No sé si soy un pájaro o un gran canto».
Dice
Clara Obligado en la introducción: «Comencé a escribir este libro en mi libro anterior, cuando me preguntaba por el sentido del destierro. Años más tarde, me encontré pensando en las proyecciones de la diáspora en la vida de quienes la emprenden».
Y esto es la persona, sin duda, la búsqueda de sentido, el seguir adelante, pero también el no dejar de mirar atrás con avidez, porque allí, también hay respuestas.
El papel en blanco de mis apuntes, me ha servido a modo de cajón, para guardar frases y pensamientos, instantes de
El libro de los viajes equivocados que me han cautivado: «Todo el mundo necesita un enemigo que te mantenga despierto», «es cansadísimo ser simpática todo el tiempo», «la noche es tan densa que parece que alguien la hubiese tachado», «Es tarde, las hortensias cabecean en tiestos de terracota...».Cómo no sorprenderse de que a la raya que alguien ha dibujado sobre la playa con un palo, Clara la llame «cuerda de arena», o como no maravillarme ante esas «palmeras despeinadas» que «pespunteaban el cielo». Si he visto tantas por el Mediterráneo… Si las veo a diario. Eso es capacidad de observación, pequeñas joyas, que surgen, aquí y allá, con sentido poético, en cuentos en los que no falta un riguroso análisis de la realidad y la condición humana a través de diferentes épocas, territorios y clases sociales. Saltos históricos entre continentes, pueblos, ciudades, a donde los inmigrantes llegan con su desarraigo hecho de dolor y de acomodo a las nuevas circunstancias. Días para el deseo de una humanidad mejor que haga justicia a su nombre.
Refleja, además, la obra, una comprensión de la ancianidad y sus limitaciones; de los niños que se quedan solos en las casas o tienen que cuidar a sus hermanos menores. ¿Acaso no son ellos también unos inmigrantes recién llegados? Sí, lo son. Los primeros, al territorio del declive y la dependencia. Los segundos, al mundo de los adultos.
Hay grandeza de miras y profundidad en esta obra. Hay profesionalidad. Es decir, un largo recorrido como escritora más las infinitas preguntas que se hace a diario quién escribe, quien desea abarcar todo lo que le preocupa, le interesa, le hiere o lo salva. Este es un libro que reeleré, sin duda, muchas veces. Mi caligrafía, al traspasar las notas al ordenador, me jugó una mala pasada, y dio lugar a dos errores en las frases que cito de la autora en la entrevista, y que ella ha sabido contestar con humor, hecho que le agradezco sinceramente.
Creo que uno aprende lo que es la vida de niño. Es entonces cuando a la piedad primera de las criaturas se opone un mundo, muchas veces arisco, competitivo e indiferente. Clara tiene arte para reflejar todo esto, y sino lean estos párrafos. Con ellos acaba esta reseña, a la que sigue una entrevista).
«Lo otro que recuerda es que, una tarde, junto a la puerta de entrada de la casa encontró un gorrión. No era un pájaro grande sino un polluelo caído del árbol, abatido sin duda por el viento y la última lluvia en Buenos Aires. Un pajarito despeluchado y minúsculo, con plumas como pelos, ojos saltones, huesos de cristal, boca amarilla y menesterosa casi más grande que el cuerpo, un pico en el que cabía todo, las gotas de agua con azúcar, las miguitas de pan, la mosca que Elsa cazó y convirtió en puré. El pichón vivió poco, lo suficiente para que Elsa se lo mostrara a su hermanita y le dijera, muy despacio, para que no la oyera mamá: ―Lo quiero más que a nada en el mundo»
Primeras preguntas:
¿Quién es Clara Obligado? No lo sé demasiado bien, me gustaría conocerla, tenemos amigos en común.
«El libro de los viajes equivocados» representa en su obra... la reflexión sobre un momento duro a nivel social y personal. Un intento de comprender muchas cosas. El placer de la escritura.
Después de vivir el exilio...me pregunto cómo hubiera sido mi vida si me hubiera tocado quedarme en Argentina. Cómo hubiera sido si hubiera elegido no España, sino otro país, qué hubiera pasado si…
Su vida... es algo bastante divertido de vivir. Me gusta.
A ella le gusta releer a... a todo el mundo. Bueno, no a todo el mundo, más bien a todo mi mundo, a los autores de los cuales sólo he leído algún libro suelto y que esperan su turno para que profundice en ellos. Me falta leer muchas obras completas.
En su experiencia como directora de talleres de creación aprendió que... Sólo se puede enseñar el entusiasmo. Sólo se puede enseñar con cariño. Sólo se puede enseñar lo que es un enigma para nosotros mismos.
Un libro para recomendar... ¿Uno solo? La aldea de F., de Las microlocas. Salió en México y espero que pronto llegue a España.
Preguntas para profundizar desde frases de su último libro:
«Las casas son como los niños, tienen su instante, su esplendor» ¿Dije “como los niños” o “como las personas”? Sería un fallido gracioso. Es cierto, las casas, como diría Felisberto Hernández, son como las personas. Divierten como proyecto, llegan a la madurez después de que nos ocupemos mucho de ellas y, antes de que decaigan, hay que salir corriendo. Saber abandonar a tiempo es una de las grandes cosas que hay que aprender.
«He vivido muchísimos años, pero sólo eso sucedió de verdad». Muchas de las cosas que vivimos son falsas, de otra vida, o de la vida de otros. Sólo algunas nos pertenecen de verdad.
«Nada se sueña en vano» Es cierto. La realidad puede ser vana, pero los sueños, jamás.
«Somos una tribu que baila la danza de la fertilidad» Creo que tenemos un componente animal muy importante que determina las relaciones de pareja. Somos grandes monos a veces no demasiado sabios. Me gusta ver el amor y las relaciones desde esa perspectiva.
«Son absurdas las mujeres que siempre comprenden» La comprensión exagerada siempre esconde cierto masoquismo, es aburridísima, y además no es del todo bondadosa, oculta la necesidad de hacerse con el poder desde la culpa. Quien te hace sentir culpable te tiene en sus manos. Por cierto, otro fallido, creo que escribí “son aburridas”, no “son absurdas”. Me gusta esta entrevista, vamos escribiendo el libro juntas. Borges decía que toda errata es una corrección escondida…
«La madurez es la estación florida (…), el momento en que todo cuadra»
Sin duda. La vida de las mujeres, en particular las que hemos tenido que criar niños, empieza a los 50, cuando ya cuidamos sólo de nosotras mismas. Si hemos tenido suerte y hemos manejado nuestra vida con alguna inteligencia, somos libres para hacer lo que nos dé la gana. La estación florida para nosotras, creo, no es la época de la reproduccion, como nos quieren hacer creer, sino todo lo que viene después.
Gracias Clara por las respuestas.
La autora:
Clara Obligado nació en Buenos Aires. Exiliada política de la dictadura militar, desde 1976 vive en España. Es Licenciada en Literatura, y ha dirigido los primeros talleres de Escritura Creativa que se organizaron en España, actividad que ha llevado a cabo para numerosas universidades y diversas instituciones y que realiza de forma independiente. En 1996 recibió el premio femenino Lumen por su novela
La hija de Marx. Ha publicado con Páginas de Espuma su volumen de cuentos Las otras vidas y las antologías
Por favor, sea breve 1 y 2, señeras en la implantación del género en España. Tiene numerosos libros de ensayo. Colabora en medios periodísticos. Su obra ha sido traducida a diferentes idiomas.
Les dejo a continuación los enlaces al taller de escritura creativa y a la editorial
Páginas de Espuma
Taller de Escritura Creativa Clara Obligado