domingo, 30 de diciembre de 2012

¡GRACIAS A LA VIDA! ¡FELIZ 2013!



Gracias familia y amigos por su generosidad, afecto y amor. Con un recuerdo para Violeta Parra y Mercedes Sosa. Este "¡Gracias a la vida".Les deseo lo mejor.

lunes, 24 de diciembre de 2012

VILLANCICO VASCO



Ator, ator.

Autor: Jesús Guridi

Ator ator, mutil etxera
Gaztaina zimelak jatera
Gabon-gaba ospatuteko
Aitaren ta amaren onduen;
Ikusiko dot aita barreka
Ama be poz atzegiñez.
Eragijok
mutil!
Aurreko
danbolin, ori
Gastañak erre artian (bis)
Txipli, txapla, pun
Gabon gaba pozik
Igaro daigun.

Traducción al español:

Ven, ven a casa muchacho,/
a comer castañas maduras/
para celebrar la noche de Navidad;/
al lado de papá y mamá./
Verás a papá riéndose,/
y a mamá llena de placer./
Mueve muchacho ese tambor de asar castañas/
hasta que se asen las castañas./
¡chipli chapla pun!/
Para que estemos contentos la/
noche de Navidad.

Nota: En recuerdo de quienes ya no están con nosotros.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

PARADOJAS DE LA NOVELA BREVE EN ESPAÑA

Por: Pilar Alberdi

El libro que da más dinero es aquel que comercialmente vale más, quizá por eso, la novela breve ha estado apartada de los catálogos de las grandes editoriales, quienes han impuesto la novela larga, y quizá también por la misma razón han sido las editoriales pequeñas, aquellas que comenzaban su camino (Acantilado, Funambulista, Navona...) las que se han dedicado a publicar novela breve de autores extranjeros, especialmente europeos y norteamericanos. Y si no han apostado por autores españoles conocidos, pienso que sería porque tendrían dificultad para encontrar libres los derechos, y si tampoco han publicado a autores españoles desconocidos, reflexiono, sería porque tendrían el convencimiento de que no salvarían gastos, de ahí que publicasen a autores extranjeros, incluso a los menos o a los nada conocidos por los lectores españoles, aunque esos escritores fueran famosos en sus países de origen. También sabemos que las grandes editoriales dejaron otro hueco de mercado a las pequeñas en el género de cuento, el de poesía o el de teatro.
Tal ha sido la imposición de la novela larga, que hasta hemos visto el aumento de páginas a fuerza de agrandar la letra y cómo prosperaban, con qué fuerza inusitada, las novelas río, largas, larguísimas, donde se dice una y otra vez más de lo mismo, pero entretienen, de eso no tengo duda, especialmente en esos veinte minutos de lectura antes del descanso nocturno.
El reciente ganador del Nobel de Literatura, el novelista chino Mo Yan, se describió como un “cuentacuentos” y como “un chico de granja”. Me encanta la definición porque el hombre es autor de numerosas novelas breves. Y lo digo, porque a veces, se intenta disminuir el valor de una novela breve comparándola con un cuento, cuando ya sabemos que a una novela breve le basta con tener algo más de veinte páginas, aunque lo habitual es que se cuente como tal, aquella que llega a las setenta y cinco y no sobrepasa las ciento veinte. Inútil desmerecimiento... Hay cuentos tan bellos, que sin ellos, la vida casi no tendría sentido.
Imagino a este novelista «cuentacuentos» en esa cena de gala para recibir el Premio Nobel. El menú estuvo compuesto de «trucha alpina acompañada de terrina de coliflor, huevas de albur de Kalix y mayonesa al eneldo; faisán con rebozuelos relleno de pera pochada, verduras invernales y puré de patas Almond, en salsa de vino tinto» y, de postre, «trilogía de cerezas con mascarpone al pistacho y sorbete de cerezas negras». Tengo que ponerme a la tarea de averiguar que son las «huevas de albur de Kalix», cuando lo sepa me sentiré más tranquila. Me lo imaginó ahí, ante esa selección de platos extranjeros, un hombre que fue humilde y al que han criticado por sobrevivir en la China más dura, en la de la Revolución Cultural, en el lado oscuro de la dictadura, bajo un régimen de opresión y persecución.
En resumen: digámoslo en primer lugar: se lee poca novela breve. ¿La razón? Porque se ha editado poco, porque ha habido pocos sellos que apostasen por ella como fue el caso de Anagrama, hoy del grupo Feltrinelli. Y cito a esta editorial porque quiero hablar de una novela breve magnífica, editada por este sello: El libro de mi madre de Albert Cohen, autor de la emblemática obra Bella del Señor.
Se nos dice en la contraportada del libro que la madre del autor murió en Francia, en la ciudad de Marsella ocupada por los nazis. El escritor residía en Londres. De su dolor surgió el texto Chant de mort que una década después tomó nueva forma bajo el título El libro de mi madre que se publicó en el país galo en 1954. No puedo sustraerme a la tentación de copiar aquí unas frases de esa contraportada: «un personaje femenino cuya irrepetible individualidad encaja magistralmente en las constantes universales que encarna: la madre que encuentra sentido a su existencia en el amor incondicional a su hijo, la mujer que disfruta y padece las pequeñas cosas de la vida, la judía emigrada que sufre de extranjería espiritual en un mundo ajeno y remeda patéticamente sus usos y costumbres...»
Muchas veces no estoy de acuerdo con las opiniones que se vierten en las solapas o las contraportadas de los libros, incluso me duele el engaño de que se nos intente vender lo que no es y, a veces, he llegado a preguntarme si esas personas distinguidas o famosas o la mano anónima que en nombre de las editoriales escribe esos textos,de verdad, han leído el libro, podría poner algunos ejemplos,porque parece que hasta desconocen de qué va realmente la historia, pero no es ahora el caso. Aquí ni siquiera hay un «más de lo mismo». Por eso quiero resaltar los autores de las palabras que envuelven como un papel de regalo este libro, porque son justas. Las escriben: Gérard Valbert, Roger Giron y Marcel Pagnol.
Con los ojos puestos en la protagonista, y aunque son madres muy diferentes, tiene ésta en algún momento algo de la madre de El baile de Irène Némirovsky, las dos buscan adaptarse a la nueva sociedad en que se encuentran. Quizá sea en lo único en que se parecen, ya que no son idénticas en su papel de madres, más bien al contrario. Una ha vivido con lo justo, y eso enseña a tener sueños como el de sacarse al lotería. La otra fue rica, y esa clase de sueños no entraban en su cabeza.
El libro de mi madre es una novela que remite a la biografía del autor: Dice: «Cada hombre está solo y a nadie le importa nadie». Pasan los años y el escritor no se recupera de la pérdida de la madre. Hay momentos en que cree que finge que está vivo, porque lo suyo es un desvivir, y otros en los que habla como si ella le escuchara. Cuando la recuerda dice: «Sentada bajo el retrato de mis quince años que era su altar». Ella ejercía su «doméstico sacerdocio» en la cocina. Ni siquiera se había casado por amor, la habían casado, pero como relata el hijo, el amor surgió por un común acuerdo de la pareja obligada al matrimonio «contra la vida perversa» y por la llegada del hijo. El autor se burla de sí mismo cuando dice que sintiéndose él en Ginebra un «adulto disfrazado de funcionario», su madre se enorgullecía de sus pequeños triunfos. Era el mismo hijo que la hacía esperar cuando quedaban para verse.
«Era ya vieja a la sazón, bajita, y algo metida en carnes». Le duele tanto esa muerte que no puede volver a leer las cartas que ella le escribió durante los años de la guerra, y en las que pensaba a diario añorando el reencuentro. En cambio, la guerra le dio a la madre una estrella amarilla, la señaló como judía y la humilló ante los nazis y el hijo en la distancia nada pudo hacer.
En la soledad, el autor se canta la nana que le cantaba su madre... Ella no estaba llamada al mundo del hijo, del joven que sobresalía en sociedad, aceptaba ser postergada, «pecador como todos los vivos», él se recrimina el tiempo que no le dio, y cuando anhela volver a oír su voz «No contesta la que siempre contestaba», dice.
Si pueden conseguirla, lean esta novela. Los hijos para ser tienen que independizarse de los padres, de aquello que fue su vida, pero luego la mirada vuelve atrás y ve.

MÁLAGA EN DICIEMBRE







Así es el otoño en Málaga. Ahora es cuando caen las hojas de las higueras y las rojas hojas punteras de los pascueros y los frutos de naranjos, limoneros, mandarinos, manzanos, nogales... nos recuerdan que estamos en diciembre, mientras perduran las flores que también vemos en la primavera. Como este año ha llovido poco los pimpollos de los jazmines de verano aún estarán aquí cuando lleguen los de los jazmines de invierno que dan sus flores para febrero, casi al mismo tiempo que las madreselvas.
Esas rosas de cinco pétalos tienen un perfume precioso. Así eran los primeros rosales de los que fueron surgiendo los demás.


viernes, 14 de diciembre de 2012

LA NOVELA BREVE


Por: Pilar Alberdi

Estos días recogí en préstamo de la biblioteca dos novelas breves, una cuyo título es José de Armando Palacio Valdés (1853-1938), y otra, de un contemporáneo nuestro, Antonio Muñoz Molina, que como el primero en su tiempo, es miembro de la RAE. El título de esta obra: En ausencia de Blanca.
La primera podría inscribirse dentro de la novela realista, pero no naturalista. Escrita en tercera persona describe la vida de los pescadores en un pequeño pueblo (de nombre ficcticio) de la costa asturiana y contiene en sí misma las características propias de una novela más larga, ya que la descripción de los personajes, la comprensión que nos facilita de la sociedad del momento con sus antagónicas clases sociales más un protagonista único e indiferente como es el mar en su placidez y en su ferocidad, nos permiten conocer el retrato de unas vidas únicas, reflejo de aquellas que el autor veía en Candas y en otras poblaciones costeras en las que abundaba la valentía, el arrojo, el amor, pero a su lado también la pobreza, el analfabetismo, el camino diario de ida y vuelta a las tabernas para los hombres y los muchos hijos para las mujeres. La niebla espesa que recorre el pueblo; las necesidades, el llanto; ese alto en el monte al que subían para ver si volvían las barcas en cuanto despertaban aires de tormenta, nos permiten conocer la tragedia diaria en la que vivían estas gentes a causa del mal vivir y los naufragios.
La obra, nos aporta un mayor conocimiento de la época. Nos cuenta que había tinteros de asta, y que a los espejos se los cubría con una fina gasa para protegerlos de las moscas, o que en todas las casas había una especie de altarcillo, de reverencia al mar y de respeto a los marineros que arriesgaban sus vidas en cada jornada, compuesta por dos caracolas y una barca en medio. Y si por las noches los murciélagos «volteaban con medroso rumor», de una chica decente (para le época) se decía que «era de plata». Y en cada renglón, eso, el rumor, la furia del mar rizando las olas, golpeando los peñascos, haciendo bailar las barcas a la busca del atún, la sardina, el congrio, el sollo, el salmonte, la merluza y hacia diciembre, el besugo, y siempre por ese orden, un año y otro, mientras la vida diera de sí. Y como excusa para la historia, el amor entre José y Elisa , un amor entre jóvenes que tendrán todo en su contra, y que nos comunica la falta de libertad de decisión de las mujeres sometidas por ley a sus padres y luego a sus esposos.
En ausencia de Blanca de Antonio Muñoz Molina presenta a través del personaje de Mario López lo que ha sido una relación matrimonial y hasta que punto las personas cambian con el tiempo: ni el cuerpo, ni las costumbres, ni las palabras son ya las mismas. La obra se publicó en el año 2000 y ambos personajes, el femenino y el masculino responden a lo que la época permite: en el caso de él, se trata de un hombre meticuloso, ordenado, ahorrador, previsible, capaz de cocinar y fregar; en el de ella de una mujer con actitudes liberales en el pasado, pero que supo amoldarse en parte a la rutina, mientras mantenía su interés por el arte y su afición a la pintura. Mario que tiene un puesto de funcionario dentro de una burocracia con la que, por momentos, es crítico, se muestra como un hombre tímido, de costumbres repetitivas, con un pasado austero vivido en el ámbito rural, y con unos padres ancianos que han decidido, con la excusa de no dar trabajo a sus hijos, pasar sus últimos años en una residencia para la tercera edad. Mientras que, Blanca, cuya personalidad muestra momentos alternos de brillantez e inseguridad, es el producto de una clase social alta. En esta dicotomia de lo que fue y lo que ya no es se reparten las páginas de la novela.
Yo habría titulado este artículo En defensa de la novela breve, pero sería injusto con los buenos lectores que son muchos. Por eso me limitaré a dejar aquí algunos de los nombres que la representan como Cervantes con sus Novelas ejemplares, Tolstoi, Dostoievski, Mauppasant Pirandello, Emilia Pardo Bazán, Dolores Medio, Carmen Burgos, Carmen Laforet, Miguel de Unamuno con su San Manuel Bueno, mártir; Henry James, Kafka, Hesse, Kertész, Marai, Steinbeck, Faulkner y tantísimos más, sin faltar los iberoamericanos como Gabriel García Márquez con Cien años de soledad.
Algo puede ser breve, muy breve, lo es un poema, pero el factor más importante es su intensidad. La capacidad de concentración de un mundo en unas pocas páginas. Lo habitual es que se consideré como cuento largo hasta veinte páginas y a partir de ahí entramos en el terreno de la novela breve hasta las cien. Algunas personas parecen no entender esto y buscan en la novela breve a la novela larga o miran el número de páginas sin comprender que también el tamaño de la letra influye. Quieren saber más, quieren... Quieren lo que no es. La novela breve nace así porque el tema lo exige, tiene las páginas justas, aquellas de las que su autor las ha dotado y aspira a retratar un momento, aunque en él quede reflejado el pasado, el presente o el futuro. Por tanto, podemos decir que hablamos de novela larga cuando pasa de las ciento cincuenta páginas.
Pero la novela breve no está de moda. Lo curioso de las épocas: en el siglo XIX costó imponer la novela frente a la poesía. En el XX la novela larga derrota a la corta a través de criterios editoriales y comerciales que hacen a la segunda «la pariente pobre» de la primera.
De hecho, hemos visto en España durante las últimas décadas que las pequeñas editoriales que iban naciendo podían hacerse un hueco en el mercado del libro publicando novela breve de autores europeos, entre otros, porque ¿a fin de cuentas, qué autor español encontraba una puerta abierta para publicar cuento o novela breve? Pero ahí estaban, sin embargo, los certámenes literarios de varios ayuntamientos, haciendo un hueco a la narrativa breve.
Ya para terminar les dejo el enlace al texto de la novela breve San Manuel Bueno, mártir de Miguel de Unamuno. Recuerdo que era joven cuando la leí y me impresionó. El autor utilizando como narradora a una mujer de 50 años, resume admirablemente quién fue y en que creía el sacerdote Manuel Bueno.


Texto de San Manuel Bueno, mártir de Miguel de Unamuno

domingo, 9 de diciembre de 2012

OTOÑO EN ALCALÁ DE HENARES

Por: Pilar Alberdi










Hemos pasado el fin de semana en Alcalá de Henares y Madrid. También nos hemos acercado hasta Colmenar Viejo en donde vimos una exposición de bonsais.
En las primeras fotos se ve la ribera del río Henares, un canal del mismo en donde pueden apreciarse ejemplares de olmos y álamos temblones, y en las siguientes el interior del vivero Peña en San Fernando de Henares. Como pueden ver hay un precioso estanque, con esculturas de niños y un estilo de paisaje japonés. Los gatos también estaban en el vivero, uno dormitando dentro de un tiesto junto a una ventana y el otro en uno que contenía un olivo centenario.
Las sombras de los que se detienen un momento en el camino: nosotros.



sábado, 1 de diciembre de 2012

LAS FOTOS DEL INGLÉS




Imaginen un gran territorio en donde el ganado -vacas, ovejas y caballos- que se reprodujeron solos en los campos tras la primera llegada de los españoles; tomen en cuenta la Revolución Industrial que también llevó a Sudamérica el ferrocarril; la llegada masiva de inmigrantes europeos, pobres y analfabetos, acosados por el hambre; unos rifles automáticos capaces de disparar 6 tiros en 1 minuto, algo nunca visto antes; unos Tratados de Paz en vigencia, por los cuales se facilitaba a los grandes caciques para su pueblo, aquellos productos como mate, azúcar, incluso caballos, y también sueldos de capitán, por ejemplo; tómese en cuenta que muchos de estos caciques eran hijos de cautivas, algunos sabían más de una lengua y también leer; por último sepan que los socios de la Sociedad Ganadera de Buenos Aires financiaron esa guerra al mismo tiempo que aparecían los buques a vapor y entre ellos los buques frigoríficos que permitían transportar 40.000 reses en cada viaje hacia Europa.
El resultado: la llamada Conquista del Desierto, se tomaron 15.000 leguas de tierra, se redujo y masacró a los pueblos originarios, a los sobrevivientes se los obligó a trabajos forzados el resto de su vida, se separó a las madres de los hijos repartiéndolos a familias que no tenían niños o como esclavos para el servicios doméstico o las zafras de azúcar de los grandes terratenientes del norte, y la tierra se la repartieron los militares que participaron en este genocidio.
En Chile, al mismo tiempo, el gobierno ponía en marcha la llamada Pacificación de la Araucaria.
Ocurrió en el siglo XIX. Hoy, los descendientes de aquellos pueblos originarios (mapuches, guaraníes, pehuenches, tehuelches, onas...) continúan luchando por recobrar sus derechos. Y más al norte son otros grupos originarios, y así hasta llegar al norte del continente americano. Y, además, reclaman respeto a la tierra que es sagrada, y cada vez que lo hacen, y es bueno tener conciencia de esto, también lo hacen por nosotros.
Son ellos los que denuncian los intereses de las grande empresas hidroélectricas y de minerias a cielo abierto en el sur de Chile o de Argentina; son ellos los que nos cuentan cómo no se respetan los recursos pesqueros o se tala la selva amazónic; son los que relatan de qué modo les han afectado las guerras en centroamérica o la influencia de cultivos de droga en la selva o la acción de los militares y paramilitares en los lugares en conflicto.
Poco más queda por decir.
Les invito a visitar el blog de la novela en el siguiente enlace
Mil gracias a las personas que con su generosidad han hecho posible que este vídeo.