martes, 22 de diciembre de 2015

EL AÑO QUE MAMÁ NOEL REPARTIÓ LOS REGALOS DE NAVIDAD


EL AÑO QUE MAMÁ NOEL REPARTIÓ LOS REGALOS DE NAVIDAD

Pilar Alberdi

Podría decir de este cuento que así fue, porque así me lo contaron, pero... a los hechos me remito. Como sabéis en Laponia, donde vive Papá Noel, hace un frío terrible, te castañetean los dientes, algunos días se te pegan las pestañas; de los techos de las casas cuelgan unas incisivas y larguísimas estalactitas. En fin... Cabe imaginar que en lugar tan maravilloso como inhóspito, las ardillas usan guantes; los lobos, lustrosas botas de cuero; y los renos, unos graciosos gorros rojos con orlas blancas, que acaban en su punta con un gracioso pompón. ¡Pero qué os voy a contar que no sepáis! O... ¿no sois vosotros de los primeros en salir hacia los mercadillos navideños de las plazas de vuestros pueblos y ciudades, y allí miráis encantados las figuras del Belén, las zambombas, las bolsas de confeti, la nieve artificial... hasta que..., lo inevitable, volvéis al hogar con uno de esos maravillosos gorros rojos y blancos sobre vuestras cabezas?
Pues... lo que iba a contaros: a punto estaba de llegar a Laponia como a todo el mundo el día de Navidad y Papá Noel amaneció con tos y fiebre.
—Es gripe —decía con los ojos llorosos. Y muy preocupado añadía...— ¡Qué va a ser de mis niñitas y niñitos! ¿Quién repartirá las ilusiones y esperanzas, tantos regalos como ellos esperan!
—Yo —gritó una vocecita pequeña y delgada como un airecillo primaveral que llegaba de la cocina.
Papá Noel, pensó en un ratoncito. Lo había visto hacía tiempo protegiéndose del frío del invierno junto a la cocina de leña.
—Yo —repitió la vocecita... que acercándose a Papá Noel, le trajo un gran vaso de leche con miel y un pastelillo—. Yo lo haré.
Papá Noel escuchó sin decir nada. Y Mamá Noel, repitió:
—Yo lo haré...
Bueno, la verdad es que a Papá Noel ese cambio no le agradó mucho; él, se llevaba los honores; él recibía las cartas de millones de niñas y niños; de él se hablaba en todos los telediarios y periódicos del mundo...
—Está bien —refunfuñó—, está bien. Los tiempos han cambiado. Lo reconozco. He de reconocerlo. Me parece... justo.
Entonces Mamá Noel, consolándole, dijo:
—No te preocupes, Papá. No lo notarán. Llevaré tu traje, me pondré un almohadón para imitar tu barriga, y... ¡Hasta una barba postiza!
Fuera, el trineo estaba preparado. Sonaban los cascabelillos de los arneses y los renos se movían ansiosos y expectantes. Nevaba y de los pinos caían espontáneos puñados de nieve.
—No, no es justo —reflexionó Papá Noel—.No puedo permitirlo. Tú eres tú.
Entonces Mamá Noel, dijo:
—Bien, bien... Veo que los dos estábamos preparados para este cambio...
—¡Atchiss! —contestó Papá Noel.
Mamá Noel comenzó a vestir su propio traje. No se ajustó barba, ni tripa, ni cargó un saco gigante lleno de juguetes sobre su espalda como para demostrar cuán fuerte era para su edad. Se miró al espejo... No estaba mal. Era mayor, pero su rostro reflejaba serenidad. Entonces, mirando a Papá Noel, se despidió:
—Es hora de marchar.
—Sí —dijo él.
—Volveré pronto —susurró ella— dándole un cariñoso beso en la mejilla.
—Te estaré esperando.
Así fue como Mamá Noel, repartió los regalos de Navidad, pero... ¡Siempre hay un pero! Sólo algunas personas, las que esperaban el maravilloso acontecimiento de ver aparecer algún día a Mamá Noel, la vieron, y fueron muy dichosos. Llamaron a las agencias de noticias y, al día siguiente, la noticia que podía oírse y leerse en los noticiarios y en los periódicos, era: «Mamá Noel repartió los juguetes de este año». «Mamá Noel hizo las delicias de los niños». «El nuevo siglo nos ha traído a Mamá Noel».
Pero Mamá Noel no pensaba sólo en esto, aunque la hacía muy feliz, sino en cómo estaría Papá Noel recuperándose de su gripe.
Cuando llegó a su casa de Laponia, y no os cuento ¡cuán cansados estaban los renos y Mamá Noel!, se encontró a Papá Noel cantando y amasando pastelillos en la cocina.
—Hola cielo —dijo ella.
—Hola, mi amor —contestó él.
Era la primera vez que Papá Noel cocinaba. Además, había lavado la ropa y ordenado la casa.
Juntos leyeron las noticias de los periódicos, y de todas ellas, la que más les gustó, fue una que decía: «El año que viene, las niñas y niños del mundo, podrán escribir —indistintamente— a Mamá y a Papá Noel».
¡Lo habían conseguido entre todos! Los cambios en las personas y en las vidas, son así... Primero un deseo, un sueño, una posibilidad; luego, una realidad, y cuando esto sucede... ¡Qué maravilloso el aire de fraternidad que respiran las personas, y qué maravillosa la luz que parece irradiar el mundo!




Foto: Portada del trabajo realizado por Isabel Bermejo y sus alumnos de 3º de Primaria, recogido en el blog Lapicero mágico y que podéis ver en el siguiente enlace.



Nota: Este cuento se publicó por primera vez en un grupo de literatura infantil de Argentina que dirigía Raquel Barthe. Son tantísimos años ya. ¡Uf, antes del año 2000! Después, cuando surgió la posibilidad de publicar en Internet, se editó en mi web, y desde entonces numerosas páginas lo han publicado, maestr@s y estudiantes lo han trabajado como un cuento que destaca la igualdad de género.
A todos mi agradecimiento.

jueves, 17 de diciembre de 2015

CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD

Por: Pilar Alberdi

«Debe recordarse que para la mayor parte de la gente, razón y realidad, no son otra cosa que el consenso público». Erich Fromm (El corazón del hombre). También dirá el conocido psicoanalista en este libro, que por las normas recibidas (tradición, religión), uno sabe lo que está bien o mal, pero que es solo con el pensamiento crítico, individual, cuando uno en el acto más sublime de su libertad y sus conocimientos, asume de verdad qué está bien o qué está mal.
Analizemos la primera cuestión: el «consenso público», y la respuesta al tema es que los medios de comunicación son los que intentan establecerlo a diario. La pregunta obligada es: ¿de quién son estos medios, qué intereses defienden, por qué quieren que las cosas sean de una manera y no de otra? Ayudan a esta especie de consenso momentáneo o epocal, los periodistas y los políticos, y sobre ellos también caen estas cuestiones. Sus discursos persuasivos, más que elevar verdaderas propuestas o aclarar lo que ocurre en el mundo, caen en argumentos que los antiguos definían como ad hominem, ad verecundiam, ad baculum, entre otros, es decir, atacan o desautorizan a quien defiende la tesis contraria, no a la tesis en sí; sus argumentos apelan a expertos o autoridades de los que muchas veces ni citan el nombre; apelan a un derecho, basado en el único criterio que se consigue por la fuerza.
Vemos, por tanto, que al mal llamado «consenso» (leáse «pensamiento único globalizador», hay que oponerle un «pensamiento crítico personal», pero para darle validez, hay que tener conocimiento, y aquí aparece nuevamente el problema. ¿Dónde puede uno informarse, en qué medios, que no estén sesgados por diferentes intereses? Resulta una labor ingente, no puedo negarlo.
Y quisiera poner algunos ejemplos más sobre los problemas de Oriente Medio y muy especialmente sobre la situación en Siria. ¿Quién sabe cuál es la diferencia entre un musulmán suní y uno chií? Un viaje a la Wikipedia nos indica que el problema parte del año 680 d. C. y de la sucesión de Mahoma. ¿Qué proporción de suníes y de chiíes hay en el mundo? Un 85 o 90 % de suníes y entre un 10 y 15% de chiíes. ¿Por qué los primeros se definen de ese modo? Porque dan valor a la Sunna, algunos escritos de Mahoma, en los que se basaron sus antepasados para asumir que no era necesario que un descendiente directo de Mahoma fuera su sucesor.
¿Sabes algo de los santuarios de la Meca (Arabia Saudi) o de Karbala (Irak)? ¿Qué toman en cuenta los chiítas? A los imanes, que pueden ejercer un papel de liderazgo para la comunidad. Todos, tanto suníes como chiíes creen en el Corán, las palabras que Alá, a través del arcángel Gabriel dictó a Mahoma, y en sus cinco postulados principales: profesión de fe, oración, limosna, ayuno, peregrinación a la Meca, y en el caso de los chiís también a Karbala. Esas oraciones son cinco al día que cada cual puede hacer en solitario mirando hacia la Meca, pero si desea hacerlas colectivamente puede acudir a una mezquita. Recordemos que también se recogen en el Corán a Adán, Noé, Moises, Jesús, Juan, el Bautista. ¿Qué quiere decir, musulmán? Sumiso, sometido a Dios. ¿Qué significan palabras como «aleyas» y «suras» que tanto se nombran con respecto al Corán, simplemente versículos y capítulos, como los de la Biblia o el Nuevo Testamento. ¿Qué es necesario para ser musulmán? Hacer una ablución ante testigos y manifestarlo. El islam es una creencia religiosa, que contiene en su credo, su ley, pero que no fue institucionalizada como la religión católica, hecho que se produjo a partir de que Constantino y Licinio firmaran el Edicto de Milán (313 d. C.) decretando la libertad de culto que acabaría con la persecución de los cristianos, y más tarde, Teodosio, el Grande, la instituyese como religión oficial del Imperio Romano, con lo que daba comienzo la persecución de los paganos.
La mayoría de la gente no sabe estos mínimos datos. Tampoco los buscará, pero continuará oyendo palabras como suníes o chiítas, sin comprender el pasado que las envuelve y las divisiones de hegemonía religiosa y política que ambas puedan representar en Oriente Medio. Tampoco sabrá cuáles fueron los países europeos que hicieron de aquel territorio, sus colonias, afectándolas para siempre, incluso por favorecer interesadamente a uno u otro grupo. Por saber, muchísimos no sabrán que en aquellos territorios, los del Creciente Fértil, allí cerca del Tigris y del Éufrates se domesticaron las primeras plantas y animales y nacieron los primeros Imperios.
Por saber, tampoco sabrán que tras la caída del Imperio Romano, y el cierre de las últimas escuelas griegas, muchos de los sabios que quedaban, y que se habían refugiado en Constantinopla, huyeron llevando libros a zonas más orientales (actual Irak), y allí príncipes filántropos les protegieron, y enviaron mensajeros a conseguir más obras, las hicieron traducir y gracias a aquel esfuerzo, Europa en el siglo XIII, comenzó a conocer a partir de traducciones árabes al latín, las obras de Aristóteles y también las de Platón, que anticiparon, sin duda, lo que iba a ser el Renacimiento, con esa mirada nueva hacia el ser humano.
Sé que son unas pocas explicaciones, pero son necesarias cuando se quiere entender algo de Oriente Medio. Así, podemos saber que Irán es en general chiíta y también hay una amplia población chií en Siria, aunque al Assad se defina laico. Y también sirve para comprender cómo la reciente Coalición musulmana que se ha formado con el fin de intervenir en Siria, la han formado 34 países de mayoría suní decidida a ocupar suelo sirio donde vive una alta proporción de chiíes. Esta Coalición quiere sumarse a la Coalición occidental encabezada por Estados Unidos, y que consta de 64 países, que actúa en la zona desde 2014, mientras que la intervención de Rusia comenzó en septiembre de este año 2015, y ha servido para desvelar lo que estaba ocurriendo, por ejemplo, la existencia de una flota de 11.000 camiones que sacaba el petróleo de las tierras sirias a través de la frontera de Turquía. Por cierto, Omán, se ha negado a participar en esa Coalición islámica. Y, podemos añadir, que países como Arabia Saudita en donde no se respetan los Derechos Humanos, y a la que se señala como financiadora del EI, además de otros grupos rebeldes, mal podría ser garante de un reino de libertad para Siria. Sobre la posición de EEUU, el general Clark indicó en su día a diferentes medios de comunicación que el plan de desestabilización de Oriente Medio fue previsto para realizarse en cinco años, y la política Hillary Clinton, hoy candidata por el Partido demócrata a la presidencia, explicó detalladamente a un medio como The Atlantic, que ellos crearon a Al Quaeda. Por último, sin mandato de la ONU, ¿de dónde sienten el derecho a intervenir sobre suelo sirio?
Lo que intento es entender, y no tengo más opción, porque a veces la realidad que nos presentan, es tan estratégicamente fría, que acercarme a los datos, es decir a los números, ese lenguaje matemático que dio consuelo a tantos personajes de la Historia con el fin de evitar el escepticismo, si al menos la matemática es verdadera, se puede luchar contra la duda, y así lo hicieron desde los pitagóricos a San Agustín, que la ponía como un ejemplo de verdad, o a Galileo, quien afirmó que «el Universo está escrito en lenguaje matemático». De esta manera, lo que los datos nos dicen sobre el problema de Siria, es lo siguiente: número de muertos en los últimos cuatro años: 240.000. Heridos: millones. Desplazados a otros países de la región, la mayoría de estos territorios tienen frontera con Siria, un total de 4.000.000, repartidos del siguiente modo: Turquía, 1.805.255; Irak, 249.726; Jordania, 629.128; Egipto, 132.375; Líbano, 1.172.753. Desplazados dentro del territorio de Siria: más de siete millones. Sin contar los pueblos, barrios y ciudades destruidas. Estos datos de ACNUR no incluyen la cifra de los desplazados que han logrado llegar a Europa y han solicitado ayuda. (ACNUR es la agencia de la ONU para los refugiados, por lo tanto, los datos no carecen de veracidad). A esos números habría que sumar para comprender la dimensión de esta tragedia humana, todos los desplazamientos que ha habido estas últimas décadas en la región, y sería excesivo ofrecer aquí esos números, con referencia a Afganistán, Pakistán, Kuwait, Irak o Palestina, esta última reducida a un no-Estado, desposeída de la mayor parte de su territorio por Israel.
¿Qué hay detrás de todo esto? ¿Conflictos interétnicos? ¿Religiosos? ¿Políticos? Las respuestas son muchas, pero hay una muy clara: el 70% de las reservas de gas y petróleo del mundo están en esa zona, y quien tiene la energía tiene el poder, sino, ¿podría estar pasando todo esto en un amplísimo territorio como es Oriente Medio, la gran parte del mismo, desértico? Recordemos el final de Gadaffi, de Saddam Hussein, la prisión de Mubarak en Egipto, y algunos familiares de estos, todos antiguos colaboradores de EEUU, caídos en desgracia. Se da el caso de que el padre del presidente sirio colaboró con tropas en la Guerra del Golfo contra Irak.
Bien, como yo en algunos puntos me declaro tan ignorante como los demás, sí asumo que me preocupo en buscar información, y esa, la de los números, la que puede acercarse a la verdad, más que ninguna, causa verdadero horror y habla sin ninguna duda de «crímenes contra la humanidad» llevados a cabo con alevosía y premeditación.
Por tanto, mi pregunta fundamental, es: ¿En qué tribunal se juzgarán estos hechos? ¿Puede la señora Hillary Clinton, después de decir que ellos han creado Al Quaeda, optar a la presidencia de los EEUU?
En un mundo en que todo parece ser posible, incluso la capacidad para la destrucción del planeta, quisiera creer que la justicia internacional todavía existe. Por eso, quiero saber: ¿en qué tribunal se juzgará y a quiénes, por las vidas perdidas, destruidas, agraviadas, humilladas, violadas, por las mujeres entregadas o vendidas como esclavas sexuales, o por los millones obligados a desplazarse y a buscar refugio en otros territorios?
Por eso, además, de preguntar qué gobiernos de los que están participando, qué políticos deberían ser juzgados, también quiero conocer qué empresas (bancos, refinerías de petróleo, fabricantes de armamentos) se han beneficiado y en qué medida se juzgará a sus responsables y propietarios. Y, por la misma razón, son exigibles los juicios a los participantes en el EI y en cualesquiera otros grupos terroristas.



Algunas notas:

Tipos de argumentos. Falacias.
Musulmán: «muslim», «el que se somete a Dios».
Arcángel Gabriel: «mensajero de Dios», en árabe «Yibril». En ese sentido, también es utilizado en la visita que hace a María para anunciarle el nacimiento de Jesús.
Islam
Los musulmanes aceptan los libros de la Torá, la Biblia, entre otros.
Otras lecturas.Bibliografía para una mejor comprensión de lo que ocurre en Oriente Medio:
Huntington, Samuel. El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial.
La obra oculta las verdaderas razones por las que existe el conflicto y muestra a los musulmanes como culpables de lo que sucede en la zona.
Graziano, Walter. Hitler ganó la guerra. Señala las razones ocultas del conflicto en Oriente Medio, y los entramados de élites financieras y políticas para conseguir los fines que se han propuesto.