jueves, 31 de enero de 2013

EL ERMITAÑO DE LA CALLE 69


Por: Pilar Alberdi

No tenía esta obra de Jerzy Kosinski. La adquirí de manera casual la semana pasada. Me costó 50 céntimos de euro. Me pregunto por qué digo esto, y creo que tengo la respuesta: porque el valor de una obra nunca es económico, ni a la baja ni al alza, ni lo es su popularidad o la carencia de esta. El único valor posible es el de la unión del autor con el lector para dar forma a la obra.
Dice la contraportada:«El ermitaño de la calle 69 es un escritor muy semejante al propio Kosinski, que recuerda su vida con humor y sin olvidar las muchas dificultades que ha superado. Además de sus vivencias, abundan las citas literarias y las referencias a la cultura judía. Un libro extrañamente conmovedor». Añado mi versión. Conmovedor sí, pero porque deja un gusto amargo. Sólo hay dolor, mucho dolor, y conciencia de lo que son la vida y las personas.
Aunque aparentemente se vendió como una novela, El ermitaño de la calle 69 es una mezcla entre narrativa y ensayo. Más,este último. Un juego, además, metaliterario, en donde extractos de otras obras están al servicio de esta, y le sirven para acercarse a temas como el del holocausto judío, la actitud de algunos jerarcas nazis; el cuerpo y sus necesidades (alimenticias, sexuales, afectivas...); el poder y la humillación; la tarea de ser un hombre y, a la vez, un escritor. Al margen de otras cuestiones como, por ejemplo, quién fue el protagonista, personaje y al mismo tiempo alter ego del autor, y quién le habría gustado ser.
Para aquellos lectores que desconozcan a Jerzy Kosinski, paso a comentarles que es el autor de la obra Estar ahí (1971) que se estrenó como película con el título de Bienvenido, Mr. Chance y de la que el propio autor fue guionista. También lo es de otras novelas: El pájaro pintado (1965), Pasos (1968), El árbol del diablo (1973) y Cabina (1975).
Personalmente siento un reconocimiento especial para Estar ahí que en Hispanoamérica se presentó con el título de El jardinero y en España como Desde el jardín. Se trata de una narrativa suave, pausada. Una novela inolvidable que retrata el mundo de las apariencias, la posibilidad de los equívocos, la de la fama y la del mundo como representación. Y, si en algún momento parece una parodia, nada más es más ajeno a su profunda intención.
Tras leer las primeras páginas de esa novela, nunca logré imaginar esa casa y ese jardín lejos de un contexto francés o inglés, aunque siempre tuve claro que se refería al ámbito residencial del escritor, los Estados Unidos de Norte América al que se alude.
Por el contrario, El ermitaño de la calle 69, la última obra publicada del escritor, es una vuelta de tuerca más sobre aquel Estar ahí. (Realmente ese título es más importante a nivel simbólico que el otro u otros que se le dio después). Aquí la pregunta es: ¿valió la pena «estar ahí»? Y a continuación hallamos una reflexión sobre esa pregunta y sus posibles respuestas. ¿Hablamos de casualidades o de causalidades? ¿Podíamos haber sido otro? ¿Qué es vivir?
Entre las páginas de este libro encontré un recorte de periódico. La fecha, probablemente 1998. Era del mismo diario (El Mundo) que lo ofreció a la venta. La crónica está firmada por Roger Wolfe. Me entero por este, de algún dato que desconocía: Kosinski sufrió la perdida del habla en su niñez y fue uno de los muchos niños que sobrevivió a la guerra, solo, alejado de sus padres con quien volvió a reencontrarse dos años más tarde del final de la Segunda Guerra Mundial,después de haber pasado, ¿cuántas?, intento imaginar, experiencias traumáticas que como hemos dicho hasta le impidieron hablar por un período determinado de tiempo. Sobrevivió, es verdad. Pero ¿hasta dónde murió por dentro?
Después llegó su viaje a USA, los estudios universitarios, la creación literaria, el reconocimiento y los premios. También los comentarios que lo acusaban de plagio. Al final de su vida, con 57 años, y tras conocer el éxito, nunca pleno, jamás enteramente suyo, ¿qué éxito se puede sentir, además, cuando se ha perdido a toda la familia, salvo a sus padres, en los Campos de concentración nazis?, llega la amenaza de la vejez y la enfermedad, y esa sensación de que ya no se tiene nada que decir... y el suicidio parece la mejor opción.
Si cuando leí El jardinero , yo todavía era una adolescente que percibió que aquel escritor había retratado la vida tal como yo la sentía; ahora, al hacer mía esta lectura de El ermitaño de la calle 69 he tocado la oscuridad del hombre que produjo aquella obra.
No recuerdo haber visto citado a Schopenhauer en estas páginas, pero los pensamientos del filósofo alemán, escritos cuando contaba ya 71 años, y que denominó El mundo como representación y voluntad perviven en la misma y nos hablan de la mínima voluntad y representación de cada ser, inmersa en una mayor, universal, en la que el cuerpo, el nuestro, ocupa un lugar principal, y con él, todo lo que el sujeto de la experiencia siente y transmite.
El personaje principal de esta historia es un escritor de nombre Norbert Kosky, que como Jerzy Kosinski, vive en ese momento en la calle 69 en Manhattan (Nueva York) y compra sus revistas preferidas en un quiosco cercano a su domicilio.
Como dice una de las citas de la última página: «Este libro es una descripción de lo que es, hasta la medida en que el autor es consciente, como en un hobby». (William James Sidis) Si lo primera parte de la cita nos habla de aquello que somos capaces de conocer de nosotros mismos, la segunda se refiere a la idea de juego, de colección ¿de recuerdos, de vivencias, dudas...?, en donde se transmite esa confesión que intuíamos, la de que ya no hay nada más que contar, que acaso nada merezca ser contado y que se ha llegado al punto y final, por una sencilla razón: porque se está cansado o porque como indica el autor «El Yo no es inagotable».
Por supuesto, no es una obra para cualquier lector, sino para uno que haya leído alguna o todas las obras de Jerzy Kosinski, y que esté interesado por ellas y por los juegos literarios con los que el autor, una y otra vez, intenta en esta obra en concreto, ocultar y desvelar su biografía.


Nota:
Algunos de los autores que se citan en El ermitaño de la calle 69, son: Albert Einstein, Bernard Grun, Werner Stein, Solojov, Dostoievski, Conrad, Karol Irzykowski, Saint-Beauve, John Stuart Mill, Engels, Thomas Wolfe, Bernard Malamud, F. Scott Fitzgerald, Leo Rosten, Nabokov, Lenin, Turguéniev, Jay Kay, Edith Warthon, Jan Szczepanski, Lewis Carroll, J. H. Kellog, Curzio Malaparte Baudelaire, Lynn Shaver, Freud, Hardy, Jacob Emden, Dan Davies, Israel Kosky, Otto Weinninger, Billy Graham, Juan Pablo II (Karol Wojtyla), Abraham Joshua Heschel, Joseph Adler, Stefan Szuman, Eugenio Oneguin, Sartre, Stefan Zweig, Niels Bohr, Antonio J. Onieva, Albert Ellis, Edmond de Goncourt, Michel Foucault, Jacques Monod, Petronius, Sholem Asch, Arthur Koestler, Mark Twain; con citas indirectas, entre otros, a Aristóteles, Maimonides, Copérnico, Cagliostro, Sabbatai Sevi, Romain Gari, Marek Hlasko. Revistas: Hatha Yoga Pradipika, New Speak Magazine, Hot Air Corsair, The uncut men's magazine, Knickbocker magazine, Fraser's magazine Medicine Digest. Programa de televisión: World Headline Making del Canal 6. Periódicos: New York Herald Tribune, The Los Ángeles Transit; Obras: Talmud, Biblia, Tantra...


Enlaces que pueden resultar de interés:

Noticia del suicidio en Nueva York del novelista Jerzy Kosinski

Película Desde el jardín

Pasos de Jerzy Kosinski

El pájaro pintado y libros sobre el holocausto judío.

sábado, 26 de enero de 2013

DOS CUENTOS ESPECIALES


Por: Pilar Alberdi

¿Quién escribiría hoy entre nosotros, gente de ciudad, un cuento sobre una vaca? ¿Quién podría hacer de esa historia una obra maestra?
Conozco, por lo menos, dos cuentos entre los mejores que recuerdo, cuyas protagonistas son dos vacas.
Es probable que el primer cuento que voy a citar lo conozca la mayoría de ustedes: ¡Adiós, Cordera! de Leopoldo Alas «Clarín». El título ya nos habla de sacrificio y también de un alma simple.
Son cuatro los personajes que llevan adelante la historia: el padre de dos hermanos gemelos, Pinin y Rosa, y la Cordera. Los tres últimos siempre andan juntos, y de ellos, la más formal es la vaca. «Era una vaca que había vivido mucho. Sentada horas y horas, pues, experta en pastos, sabía aprovechar el tiempo, meditaba más que comía, gozaba del placer de vivir en paz, bajo el cielo gris y tan querido de su tierra».
Mañanas y tardes en los prados, Rosa y Pinin, los hijos de Antón de Chinta, y la vaca Cordera. La paz de aquellos días sólo los perturbó la llegada del ferrocarril.
El autor nos dice cuántos sacrificios y ahorros supuso la compra de la vaca y cómo la mujer de Antón, la madre de los niños, aquella «musa de la economía en aquel hogar miserable, había muerto mirando a la vaca por un boquete del destrozado tabique de ramaje» que separaba la humilde vivienda del establo.
Y llegó el aciago día en que el padre, a causa de la miseria, llevó la vaca al mercado pero no logró venderla y regresó con ella a la casa. «No se dirá ―pensaba― que yo no quiero vender: son ellos que no me pagan la Cordera en lo que vale» (…) «Ella sería una bestia pero sus hijos no tenían otra madre ni otra abuela». Y él, lo sabía. El día que la vieron partir los niños pensaron que el padre había llevado la vaca al toro, como otras veces. Y su regreso les confirmó en su idea, pero pocos días después y acosado por la necesidad, el padre bajo el precio de venta y consiguió comprador para la vaca. Cuando los niños lo supieron sucedió que mientras ella, ignorante de su suerte, «descansaba y pacía como siempre», los niños «miraban con rencor los trenes que pasaban, los alambres, el telégrafo»... Al final se la llevaron y los niños escucharon «la esquila, perdiéndose su lamento triste, resignado, entre los demás sonidos de la noche de julio en la aldea...»
Al día siguiente el prado estaba solitario, ya no estaba la Cordera,. A lo lejos se acercaba el tren y al pasar cerca de ellos, los niños vieron «En un furgón cerrado, en unas estrechas ventanas altas o respiraderos, vislumbraron los hermanos gemelos, cabezas de vacas que, pasmadas, miraban por aquellos tragaluces».
Entonces gritaron: «¡Adiós, Cordera!» mientras corrían hacia ella por el prado; hacia «su compañera de tantas soledades, de tantas ternuras silenciosas», esa alma buena que pronto iba ser convertida en «manjares para ricos glotones...».
Pero la historia no termina aquí, pasa el tiempo y llega el día en que Pinin es llamado a filas, y Rosa otra vez en el prado ve a los quintos, entre ellos a su hermano en el tren que los llevará al matadero de la guerra creada por los intereses de unos pocos.

El otro cuento que quiero comentarles es del escritor irlandés Liam O'Flaherty con traducción de Antonio Rivero Taravillo. Se titula: La vaca.
La situación en el relato es la siguiente: una vaca acaba de parir y su ternero nace muerto. Para los pobres campesinos este resultado es una desgracia, pero la mujer siente piedad por la vaca que intenta poner en pie al ternero, y acompaña los mugidos de desesperación del animal, así como por los dolores del parto con una lágrima y hasta le prepara después una especie de papilla para que recobre las fuerzas.
El problema que se le presenta a la pareja de campesinos es cómo quitarle el ternero muerto. Además, su peso es un inconveniente para el traslado. Para ello llevan a la vaca al prado. Después voltean un par de alambradas para pasar por encima al ternero al que, finalmente, arrojan por el acantilado.
Cuando la vaca se da cuenta sigue su olor, lo busca desesperada por la orilla del acantilado hasta donde el rastro se pierde y, al mirar abajo, ve al ternero caído sobre una roca. Se queda quieta un momento y poco después lanza un mugido a lo alto. De repente, la marea que avanza impetuosa, amenaza al ternero. Ella vuelve a mugir desesperada y como no obtiene respuesta y el mar en ese instante barre al ternero de la roca y lo pone en movimiento sobre las olas, ella sin dudarlo se lanza en su busca.
Son dos cuentos impresionantes, admirables, el primero tendrá en DN4 unas diez páginas y el segundo poco más de tres.


Foto: derechos adquiridos en Fotolia. En la imagen, el tipo de vaca asturiana es como la ”Cordera”. Vean esa especie de flequillo que llevan en lo alto de la cabeza.

MÁLAGA EN ENERO


Cuando todavía hace frío, especialmente al amanecer y al anochecer, las margaritas ya están aquí como un anticipo de la primavera. También los montes muestran almendros en flor.

martes, 22 de enero de 2013

UN AÑO EN AMAZON


Por: Pilar Alberdi

Me preguntaba el administrador de un grupo de escritores latinoamericanos en las redes sociales qué tal me fue con la «experiencia Kindle». Y prometí contestarle, así que aprovecho a hacerlo hoy 22 de enero, fecha en la que mis obras cumplen su primer año en Amazon.
Lo primero que puedo decir es que Amazon con su llegada a España representó un revulsivo. Por un lado permitió el acceso a la plataforma a autores independientes, entiéndase por tales a aquellos que con libros o no en editoriales, subieron sus obras digitales a esta plataforma de manera individual. Haciéndose cargo, en la mayoría de los casos, de los procesos de edición (conversión digital, maquetación para Kindle, elección de portadas, preparación de sinopsis, etc.) de sus obras. Por otra parte, la llegada de Amazon a España obligó a las editoriales a acelerar la conversión de sus fondos editoriales en papel a ediciones digitales y a su participación en esta plataforma, al margen de que en España, ya había otras en las que participaban como las de Libranda o la apuesta de Google Libros que también resultó una buena opción para ellas. Las cifras ofrecidas la semana pasada demuestran que el 22% de los fondos editoriales españoles ya han pasado al formato digital,proceso que se acelerará durante los próximos cinco años. La piratería, por supuesto, sigue siendo un problema, pero esto es así, tanto para las editoriales como para los autores independientes. Si bien el precedente para Europa fue lo que sucedía en USA, otros escritores y editoriales del mundo en donde todavía no ha llegado Amazon, deberían ir tomando en cuenta lo que sucederá en los suyos. Cuando yo leo lo que se dice actualmente sobre estos temas en la prensa de Argentina, por ejemplo, observo que es lo mismo que se decía aquí hace un año, momento en que los autores independientes que comenzamos a publicar en Amazon fuimos duramente criticados, bajo la excusa de que no habíamos pasado cribas editoriales, cuando se daba el caso que muchos de nosotros ya teníamos obras publicadas por editoriales o contábamos con el aval de premios literarios. Con el correr de los meses esas posiciones pasaron a ser las contrarias, llegándose a alabar a las editoriales que se dirigieron a algunos de nosotros con el fin de adquirir nuestras obras.
¿Me cambió la vida Amazon? En algún aspecto, sí. No era mi primera experiencia en publicación digital, pero sí ha sido la más importante. Desde aquel comienzo en que subí mi primera obra dediqué un ingente esfuerzo a preparar y subir más obras y también a conseguir tiempo para darlas a conocer en las redes sociales, para sumarlas a mis blogs.
Un año después puedo decir que he alcanzado un equilibrio: hice muchos amigos, conocí a gente valiosa, y se me conoce un poco más. Pero la vida sigue y lo mío, entre otras ocupaciones, es escribir. Y es a eso a lo que quiero dedicar mi mayor esfuerzo. Nunca he sido de apuestas a corto plazo y la continuidad es lo que me impulsa a intentar un mayor conocimiento personal en muchas áreas, también en la literaria.
Esta oportunidad me ha permitido saber cuáles de mis obras pueden ser del gusto de una mayoría y cuáles no, por lo tanto, me ha permitido reflexionar sobre muchos aspectos de la literatura que tienen que ver con la calidad e incluso con el valor comercial de una obra.
Veo con agrado como debido al nuevo panorama editorial, pequeñas editoriales intentan asesorar y publicar a los escritores sin pedir exclusividad de los derechos y eso me parece un avance. Es probable que algunas de las grandes editoriales se asocien para crear nuevas plataformas, ya hemos visto el caso de un par de editoriales importantes que lo han hecho este último año, y yo creo que en donde nos den un lugar, y un acceso directo a las cuentas, allí estaremos. Que no nos dan esa oportunidad, bueno, entonces estaremos en Amazon, en tanto esta empresa suponga para nosotros un escaparate público y comercial al mundo. O en cualquier otra que nos ofrezca los mismas condiciones o que, incluso, las mejore.
En resumen: una experiencia positiva.

Foto: del artículo publicado en "Kien & Ke" sobre la "Generación Kindle".

Booktrailer de algunos de mis ebooks y libros en papel en Amazon.



domingo, 20 de enero de 2013

"DESEO" DE LIAM O'FLAHERTY



Por: Pilar Alberdi

Liam O'Flaherty (1896-1984), autor irlandés, «vivió en varios países del mundo, desde Brasil hasta Estados Unidos en donde tuvo experiencias y trabajos muy diversos. Regresó a Irlanda en 1921 para recuperar el contacto con la gente y los lugares de su familia. Inició entonces una larga e intensa carrera literaria que le convirtió en una de las figuras más representativas de la narrativa irlandesa contemporánea».
Publicado por Nórdica Libros en 2012, Deseo reúne dieciocho cuentos, cuya característica principal es la de mostrar un ambiente en el que las personas y también los animales intentan sobrevivir a la adversidad. Es el caso del pequeño niño del cuento que da título al libro e igualmente el de la pareja de halcones que es atacado por los hombres que desean robarles los polluelos. La narrativa de Liam O'Flaherty nos permite percibir la vida como si la viésemos en un documental, en el que no faltan primeros planos; sus imágenes nos dan una visión realista. Basta con recordar en un cuento las palabras que evocan la lucha que mantuvo el halcón con sus enemigos los hombres y el resultado: «...el cadáver flotaba sobre las aguas, con las alas plegadas, la cabeza caída y el cuello torcido. La corriente se lo llevaba océano dentro». Esa explicación alcanza para saber lo que ocurrió en el acantilado.
Hay un cuento muy especial: La roca negra, en donde se detalla la vida que habita en la roca (cangrejos, pequeños peces, moluscos, algas...), cómo le afecta la bajada y la subida de las mareas, el sol, la lluvia. Pero no sólo recoge ese ambiente sino el que le rodea. Así describe, por ejemplo, el reposo de una gaviota en el mar: «Cayó en el mar como si fuera una pluma; sin un movimiento de las alas extendidas y con las patas sueltas».
Sus cuentos nos hablan de lo difícil que es vivir. De la pobreza de la época, que consuela a los míseros, recordándales que aún pueden llegar a ser más pobres, lo que, además, los hace agradecidos y también generosos entre ellos. No faltan frases en boca de los personajes que forman parte del refranero popular de todos los pueblos: «Cualquier cosa es más duradera que el hombre», «Qué corto es el viaje que va del vientre a la muerte». Una época en la que eran las familias las que negociaban en qué manos caería una joven casadera; en la que las personas valían poco más que el ganado.
Sin duda conmueve su piedad siempre presente hacia los más desválidos, ya sean animales o personas. Un libro especial. El único que el autor publicó en irlandés. Un libro de su tierra, de sus gentes y sus deseos.





miércoles, 16 de enero de 2013

"ESCRIBIR". Reseña de Iñaki Beristain



IÑAKIBeristain. Mi visión personal y miscelánea de la vida


El arte indómito de Escribir.

A veces tengo la sensación de que en nuestra etapa de formación académica “oficial” (lo digo por aquello de “formación a lo largo de la vida”, como un continuum que nunca cesa), no hemos sido adecuadamente preparados para desarrollar algunas actividades esenciales, que constituyen la base para avanzar en el resto de disciplinas y para el desarrollo profesional y personal. Me refiero en concreto a la comunicación escrita.

Esta es en efecto, junto a la expresión oral y el reto de enfrentarse a un auditorio, una de esas habilidades esenciales en las que, al igual que con los idiomas, se precisa seguir trabajando de forma persistente en las labores de mejora.

¿En qué medida compartes esta percepción? o ¿acaso eres de los que has tenido suerte y por diversos motivos te han preparado o tienes habilidades innatas para la expresión oral y escrita? Creo que precisamente esa necesidad de mejora, fue lo que despertó mi interés por el libro titulado “Escribir” de Pilar Alberdi, que recientemente he leído. (Para continuar leyendo sigue este enlace)

OBRA REPRESENTADA EN MÉXICO


Taller de Artes escénicas de la Universidad de Quintana Roo de la ciudad de México. Representación de fin de curso.

"El 7 de diciembre del 2012, en el auditorio Yuri Knórosov se realizó la muestra de fin de curso del taller de Artes Ecénicas, a cargo de Anabel Luna, con el montaje denominado "Con textos de aquí y de allá ¡1, 2, 3...¡Teatro express!"
Ante un auditório pletórico se presentó un programa a baese de obras cortas, fragmentos de otras o adaptaciones de textos realizados por la directora del Taller. Éstas fueron: "Corazones unidos en la ceiba", adaptación de un texto de Addy García Guerrero; "Desvaríos de una tarde de verano" y "Credo", adaptación de la pieza de Pilar Alberdi; "El deseo de Tomás", cuento, adaptación de un texto de Bertha Hiriart; "Sonidos de viento nuevo", adaptación de la pieza de Oscar Reyes Hernández; "Corazon coraza", Poesia dramatizada deuna obra de Mario Benedetti. (Continuar leyendo en el siguiente enlace)

MÁLAGA EN ENERO


Al final del paseo marítimo de Rincón de la Victoria está la imagen de la Virgen de la Victoria. Así está todos los días: acompañada de flores.

ISLA DE NAM


Últimas reseñas en:

Bosque de las estrellas

Mi mundo con dos lunas

Aprendiz de mucho

Cazadora de mentes

Alas en papel


Lee más reseñas en el blog de la novela

EL PÓRTICO DE LA LUZ



Reseña en Las letras escritas

MÁLAGA EN ENERO


LA NIÑA QUE NO QUERÍA NACER. TRES RESEÑAS


Probando, probando...

Alas en papel

Educación 2.0


Enlace al ebook en Amazon

lunes, 14 de enero de 2013

UNA HISTORIA PARA TODAS LAS EDADES


Unos seres pequeños y con encanto:
"Los Sillin y los Ingullin" de José Enrique Serrano Expósito

Por: Pilar Alberdi

Ha sido para mí un placer leer esta obra que se compone de quince capítulos y dos anexos en los que se ofrecen referencias y un glosario.
José Enrique Serrano Expósito con muy pocos elementos y una alta dosis de creatividad ha levantado un mundo rico y completo en donde los valores éticos ocupan un lugar esencial.
En su blog ha dicho: «Cuando escribo aspiro a seguir la estela de Margaret Weis, Tracy Hickman, Ursula K. Le Guin y J.K. Rowling. Y de los grandes maestros J.R.R. Tolkien, C.S. Lewis y Michael Ende».
La presente obra para mí tiene una cercanía mayor con C. S. Lewis autor de los libros de Narnia y con Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift y acaso también una reminiscencia a algunas escenas descritas por el latino Luciano, el italiano Collodi, la Biblia, y resuma en toda su amplitud el conocimiento del cuento clásico, ese «saber contar» que es tan de agradecer.
Son, según los datos que figuran en Amazon 188 páginas, que se me han hecho cortas. Me he sentido a gusto entre estas pequeñas gentes, el gigante humano Jesé y sus sobrinos.
Este encuentro práctico y emocional entre estos diminutos seres y los grandes perdurará en el tiempo y a él se sumarán otros personajes bajo el influjo del espíritu de Elborendil.
Aquí se habla de nuevos y viejos mundos, de libros, de la cosmogonía de unos especiales seres que nos recuerdan nuestra bondad y nuestras mezquindades a través de las suyas. Es un mundo esencial, con encanto, que cuesta abandonar y que, sin embargo, discurre en un único sitio y en un espacio tan limitado, que sirve para avalar la eficaz narrativa del escritor.
Digo sinceramente, y no sé si esa fue la intención del autor, que este es un libro como para niños a partir de 10 años, pero que gustará por igual a muchos jóvenes y adultos, y lo afirmo desde mi posición de lectora y de autora de obras de literatura infantil y juvenil. Hay un tono épico, no ajeno a la admiración que el autor siente por Tolkien, pero también de colaboración, entendimiento, y respeto, no sólo hacia aquello que se comprende sino a lo que nos es más difícil de asumir o definir como el sentido de la vida y de la muerte.

Para que ustedes puedan tener un mayor acercamiento al autor, les dejo un enlace a la entrevista que le hizo la escritora Pat Casalá:

Entrevista a José Enrique Serrano
Página del escritor en Facebook
Twitter:@Frondael
Blog
Sus libros y relatos
Enlace a Los Sillin y los Ingullin en Amazon

sábado, 12 de enero de 2013

IDEAS PARA ESCRIBIR...


Por: Pilar Alberdi

Cuando los hijos ya se encuentran atrapados en sus tareas, los nietos ocupados con sus estudios, y la Navidad ya apagó sus luces de fiesta y regocijo hasta el próximo mes de diciembre, es hora de volver a la creación literaria.
Tiempo de invierno. Aunque decir esto en Málaga, y más en este año de escasas lluvias, aunque no nos han faltado en otoño algunas inundaciones que han causado graves daños, bien parece un despropósito, pero lo que quería expresar es que este es el tiempo de volver al ensimismamiento de la tarea literaria, también a los paseos por la playa para ver amanecer y para recrear la mirada en el fuego del hogar cuando arrecien las tardes más frías.
Bien es verdad que ya no tengo a Luna, mi gran compañera, la que olisqueaba las flores de margaritas y seguía el vuelo de las mariposas, pero nos queda Kitt, un perro tan bueno como ella, con unos ojos negros enormes, el pelo claro, y una vitalidad que, aunque empieza a decaer, no representa la edad que tiene: once años.
Es, por tanto, este suave invierno mediterráneo un tiempo para ordenar papeles, revisar obras, y poner en marcha nuevos proyectos.
Sonreía ayer cuando encontré, ¡hay qué ver esta costumbre mía de guardar notas que no he perdido con los años!, algunas opiniones de escritores que intentaban explicar cómo habían surgido sus obras.
La cuestión se podría resumir en cómo aparecen las ideas para escribir los textos, pero muchas veces, los propios autores no saben explicarlo. Hay un tema que les preocupa, uno o más personajes que intuyen y a los que quieren darles forma... pero sus palabras no van más allá.
Voy a poner algunos ejemplos.
Nathaniel Hawthorne (1804-1864), el autor de La letra escarlata, si no han leído esta novela se las recomiendo, escribió unas notas muy interesantes que luego se publicaron en 1835 con el título Cuadernos americanos. En ellos apuntaba las ideas para escribir sus obras. Los párrafos comenzaban con frases como las que siguen: «Idea para un relato...», «Hacer el retrato de...», «La historia de un personaje que...», «Desarrollar...», «Mostrar más...» Y sobre estas ideas generales iba a dar a luz sus obras.
Louis Stevenson (1850-1894), el autor entre otras obras de La isla del tesoro, El extraño caso del Dr Jeckyll y Mr Hyde, Flecha Negra o El diablo de la botella, afirmaba que en esa búsqueda de ideas muchas iban a resultar vanas y lo definía de este modo: «Felizmente, todos disparamos a la luna con flechas que resultan ineficaces». A Louis Stevenson le preocupaban estas cuestiones y analizaba las obras de otros escritores, lo sabemos por sus testimonios. Por eso me gustaría traer aquí una afirmación suya sobre las lecturas que hizo de los textos de Shakespeare, escribió: «con la única excepción de Falstaff, todos los personajes masculinos de Shakespeare son, por decirlo así, de los que se casan». También confesó con total sinceridad que el mapa de su Isla del Tesoro fue idea de su padre, quien también lo dibujó para la primera edición. Y aquí se refleja esa otra parte de la vida de los escritores en las que personas de su entorno participan con sus opiniones y ayudan a definir la un camino y acaso una obra.
Otro escritor al que quiero referirme es Graham Greene (1904-1991). De este siempre me ha interesado su prosa serena y sencilla. En su obra En busca de un personaje, se preguntaba en sus notas para la novela El tercer hombre con qué contaba para comenzar la narración. Y lo explicó así: «Cuanto sé de la historia que estoy buscando, que estoy planeando, es que un hombre «surge»...» como vemos, en un espacio que aún no tenía claro, pero que debía situarse en el ambiente de la Segunda Guerra Mundial. La obra fue un encargo que desarrolló como novela para elaborar a continuación un guión de cine que le habían solicitado. Finalmente situó a su personaje principal yendo a visitar a un amigo en Viena, en esas condiciones da comienzo la historia, dentro de un género narrativo que hoy consideraríamos policíaco o de novela negra.
Así, de un modo sencillo, percibimos cómo desde nuestro insconsciente, ese gran director de nuestra vida, surge el impulso que nos obliga a escribir, a poner en claro aquello que queremos destacar o definir y que sólo es posible cuando nuestro consciente se pone a la tarea y decide colaborar de una forma más analítica. Es entonces acabamos dando forma a nuestras historias y no nos alejamos de ellas hasta poner el punto y final.

jueves, 10 de enero de 2013

PARTICIPA














Si eres lector o escritor te invito a participar en las siguientes comunidades literarias en Google+. (También estamos en Facebook).

Enlaces a Google+:
«Poesía y teatro» https://plus.google.com/u/0/communities/112005948936251609386
«Novela histórica» https://plus.google.com/u/0/communities/116256076511422523235
«Cuentos y relatos» https://plus.google.com/u/0/communities/115341817009246916591
«Ebooks Kindle autores» https://plus.google.com/u/0/communities/112735822895292589376
«Ci-Fi, terror y fantasía» https://plus.google.com/u/0/communities/113198065849815634446
«Novela romántica» https://plus.google.com/u/0/communities/103363369436342515993
«Literatura infantil y juvenil» https://plus.google.com/u/0/communities/113332219902011972518



jueves, 3 de enero de 2013

"CONTINENTE SALVAJE" DE KEITH LOWE



Por: Pilar Alberdi

Acabo de terminar de leer Continente salvaje del historiador Keith Lowe publicada por Galaxia Gutenberg, Círculo de lectores. Fue mi autoregalo para estas fiestas. Me lo tenía prometido, y hasta había nombrado la obra por este blog hace ya un tiempo, con motivo de otra reseña.
La lectura del primer capítulo facilitada por la editorial en su página fue un incentivo en toda regla para introducirme en estas quinientas páginas.
Sin duda es esa clase de libros de historia que deberían leer todos los europeos, sin excepción, y de manera especial cada estudiante de secundaria. Se podría sumar, además, otros datos sobre lo que ocurrió en las islas del Pacífico, Japón, China que no son en principio, motivo de este estudio.
Desgraciadamente nos han dado la idea de la unidad de Europa contra los nazis y también de que todo consistía en una guerra entre estos y los aliados, pero lo que aquí vemos supera lo imaginado.
El autor ha conseguido reunir datos de lo que ocurrió en la Europa del este, menos conocidos para los europeos de occidente; nos explica la importancia de los odios étnicos y raciales, las deportaciones no sólo de judíos, gitanos, enfermos mentales o disminuidos físicos, comunistas, gays, lesbianas o disidentes políticos durante la guerra, sino de lo que aconteció en los diez años posteriores, más de lo mismo, pero en esta ocasión no sólo sobre esas minorías ,sino sobre otras como tártaros que vivían en Crimea, personas de origen alemán que vivían en Polonia y Checoslovaquia, comunistas de Grecia, sólo por poner algunos ejemplos, aunque también cabría sumar el de los hijos nacidos de violaciones, que fueron miles. Si el horror de lo vivido nos salpica, el baile de cifras resulta espeluznante, sólo de «trabajadores forzados» o más claramente «trabajadores esclavos» había ocho millones en Alemania; también los japoneses los tenían, se servían para ello de coreanos y chinos, entre otros. Práctica que no acabó con el final de la contienda, ya que siguió ejerciéndose esta violencia sobre las personas en la Europa del este. Todo esto me hizo recordar lo acontecido con los pueblos originarios de Argentina en el siglo XIX, tema que trato en la novela Las fotos del inglés, los sobrevivientes del genocidio fueron repartidos como esclavos o trabajadores forzados y las familias separadas.
Una Europa derrotada, furiosa con sus políticos, donde la moral sólo respondía a fines tácticos o de sobrevivencia, esto es lo que nos describe el libro. El relato de niños que vivían en la calle, en grupos, me trajo la imagen de lo que contaba Víctor Hugo en Los miserables, pero esto ocurría diez años después de ese mes de mayo de 1945 en que se produjo la rendición de Alemania. Estos niños temían a los adultos, a las personas que llevaban uniformes, a cualquiera.
Los 35 millones de muertos que dejó la Segunda Guerra Mundial no están representados en películas como Casablanca, aunque nos siga encantando. Ni de otras muchas, realizadas con el único fin de exaltamiento patriótico,nos faltan más películas como Cartas desde Iwo Jima, producida y dirigida en 2006 por Clint Eastwood.
Cientos de miles de violaciones, vejaciones, palizas, matanzas, despeñamientos, saqueos, crucificciones, enterramientos vivos, y deportaciones en masa ocurrieron en Europa.
Asombra que sobre ese pasado, estén levantados los cimientos actuales. Sólo pensarlo da vértigo. Reflexiono sobre las obras de autores que vivieron de cerca esta guerra y no encuentro en el recuerdo de sus textos principales, esta saña, esta violencia y desesperación y, sobre todo, ese sentimiento general de haber sido engañado. No lo veo en Esperando a Godot de Samuel Béckett, acaso sí en Madre Coraje (aunque corresponda a otra época) de Bertolt Brecht; la percibo mejor en la obra de teatro La visita de la vieja dama de Dürrenmatt, no porque se hable de la guerra, sino y es algo en lo que hace hincapie el autor de Continente salvaje, el deseo de venganza era inmenso, y cualquiera podía ser una víctima de otro en cualquier momento, para luego acabar convirtiéndose en verdugo. Acaso recibo mejor ese sinsentido, la mentira, el servilismo y, a la vez, la valentía de algunas personas en los textos de escritores rusos como Alexander Solyenitzin.
El ensayo muestra la complicidad, el autoritarismo en toda la escala social, la irresponsabilidad colectiva diluida, la deshumanización del otro a unos límites difíciles de imaginar, la huida de los judíos sobrevivientes a Palestina, la imposibilidad de juzgar a todos los «colaboracionistas», no sólo por su alto número, sino por la necesidad de pasar página y avanzar hacia el futuro después de realizar algunos juicios ejemplares como el de Núremberg.
No tengan dudas. Este libro les dejará pensando. Hace 68 años que acabó esa guerra. Y muchas cosas han pasado desde entonces como la desaparición de la URSS. Para los entendidos en temas de la Segunda Guerra Mundial, quizá, sólo sea un libro más que podrán sumar a los que ya conocen, pero para los neófitos, es un buen punto de partida, en donde no se idealiza a nada ni a nadie.



Sinopsis del editor

"La Segunda Guerra Mundial dejó a Europa sumida en el caos. Paisajes y cultivos destruidos, ciudades completamente arrasadas y más de 35 millones de muertos. En la mayor parte del continente, las instituciones como la policía, los medios de comunicación, el transporte, los gobiernos locales y nacionales, habían dejado de existir. Los índices de criminalidad aumentaron, las economías colapsaron y los ciudadanos europeos estaban al límite de la extenuación.
En este apasionante estudio de los años posteriores a la guerra, Keith Lowe describe un continente todavía sacudido por la violencia, donde una gran parte de la población no había aceptado aún que la guerra hubiera terminado. El libro subraya la ausencia de moralidad y la insaciable sed de venganza consecuencia del conflicto. Describe los choques étnicos y los enfrentamientos civiles que azotaron las vidas de la gente común desde el mar Báltico al Mediterráneo y el establecimiento de un nuevo orden que finalmente trajo una difícil estabilidad a un continente devastado.
Casi todo lo referente a la Segunda Guerra Mundial ha sido estudiado y difundido. Sin embargo, muy poco es lo que se conoce de los cinco años posteriores a la guerra en los que murieron también millones de europeos y decenas de millones sufrieron los horrores de la posguerra. Basado en documentos originales, entrevistas y estudios académicos en ocho lenguas diferentes, Continente salvaje cambia radicalmente la visión que hasta hoy se tenía de la Segunda Guerra Mundial y ayuda a entender la Europa de nuestros días, heredera de aquellos conflictos".

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