Sí, sólo que, a veces, no lo sabemos. Este también es el tiempo de las violetas, las junto en el jardín porque me madre las juntaba, huelo su perfume porque ella lo hacía, y las coloco en el pequeño florero en el que las admiraba. Tiempo de claveles, también. Y muy pronto de fresias.
¡Qué belleza!
ResponderEliminarSomos ricos cuando podemos admirar la belleza de la naturaleza. Ella nada pide y todo da.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
Saludos.
Vivimos en el paraíso =)
ResponderEliminarSí, sólo que, a veces, no lo sabemos.
ResponderEliminarEste también es el tiempo de las violetas, las junto en el jardín porque me madre las juntaba, huelo su perfume porque ella lo hacía, y las coloco en el pequeño florero en el que las admiraba.
Tiempo de claveles, también. Y muy pronto de fresias.
Qué belleza, amiga, gracias por compartírnosla.
ResponderEliminarBeso
Un abrazo, José.
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